Buenos días:
Creo
que a mí me toca hablar de lo que es esta Institución en la actualidad.
Para
muchos es el Centro de Educación Especial Santa Teresa, para algunos es el
colegio de Martiherrero y para otros es el gran desconocido.
Pues
bien, yo les quiero decir que en realidad somos una gran familia formada por
130 chicos y chicas a los cuales ayudan, educan y forman 100 personas que
trabajamos allí.
Y
ese “allí” tiene un significado especial. Martiherrero no es un centro, ni un
internado ni una residencia. Simplemente es una CASA GRANDE habitada por una
gran familia.
Y
entiéndanme bien el significado de casa: es un lugar con vida propia, una casa
donde el día a día está lleno de paz y sobresaltos, de risas y llantos, de
esfuerzos y recompensas, ... En definitiva una casa grande con tanta vitalidad
y con tanta fuerza dentro de ella, que es capaz de envolvernos a todos los que
allí convivimos día a día.
Esta
Casa Grande está abierta desde hace 50 años. Es un número redondo, con mucho
significado y al cual, a veces, es muy complicado llegar pero, sobre todo,
llegar bien.
La
Casa Grande de Martiherrero ha tenido en estos 50 años muchas luces pero
también muchísimas sombras. Pero, señores y señoras, aquí estamos, con las
puertas de nuestra casa abiertas como lo han estado desde hace 15 años, y como
van a permanecer durante todo este años 2015. Van a estar abiertas de par en
par para todo el que quiera venir a ver lo que hacemos. Nuestras herramientas
son la profesionalidad, el respeto y la humildad.
Esta
casa, como ocurre en todas las familias a lo largo de su vida, ha pasado por
épocas buenas, regulares y, por qué no decirlo, hasta malas. En muchas casas y
en muchas familias hay momentos en los que se toca fondo y ahí es donde se toma
impulso, a base de esfuerzo y sacrificio, para salir a flote y, sobre todo,
renovados.
Siempre
he dicho que todos los que trabajamos en esta Casa Grande somos los sustitutos
de un padre y una madre, con todas las connotaciones que tienen esas dos
palabras.
Ser
padre y madre no necesita de títulos, es una cuestión de actitud con C, es
poner el alma y el corazón en la misión encomendada. Y les aseguro que en esta
casa, los 100 trabajadores a los que represento en este momento, y algunos de
los cuales están aquí, lo hacen de una manera extraordinaria.
La
gran fortaleza de los muros de esta Casa son los trabajadores, las personas
responsables de que los chicos y chicas que viven en ella, sean un poquito más
responsables de su propia vida y lo hagan con seguridad y creyendo en sus
capacidades.
Ahora
bien... ¿qué es lo que vamos a hacer este año?
Muchísimas
cosas que iremos comunicando a lo largo del año. Nos vamos a ver mucho.
Hoy
les puedo decir que es un día especial para nosotros porque presentamos nuestro
logotipo, la marca CASA GRANDE DE MARTIHERRERO. Gracias a Esther Martín,
nuestra asesora de comunicación y marca durante todo este año. Gracias por su
profesionalidad pero, sobre todo, por su implicación en este proyecto.
Por
otra parte dentro de las acciones del plan estratégico de comunicación y marca
para este año, hoy es el momento de anunciar:
La
I muestra de teatro abierta a todos los colegios, institutos y demás estamentos
sociales. Las actuaciones se realizarán en nuestra casa y estarán abiertas a
todo el público.
También
ponemos en marcha el voluntariado social y el voluntariado empresarial.
Asimismo,
a través de las redes sociales de nuestra página web iremos haciendo más
visible nuestro día a día. (www.lacasagrandedemartiherrero.com)
Por
otra parte para el mes de noviembre presentaremos el libro de los 50 años de la
historia de Martiherrero.
Les
comunico que en nuestra página de internet vamos a tener venta online de todos
los trabajos llevados a cabo por nuestros chicos y chicas. Por ejemplo creación
de juguetes de madera. Este tipo de venta es cierto que es importante para las
personas que formamos, pero también lo es para las empresas que quieran
sentirse partes importantes en la implicación social y sin muchos costes
añadidos como consecuencia de las desgravaciones fiscales que existen.
Les
diré que dentro de nuestras jornadas de puertas abiertas, vamos a tener visitas
importantes y entrañables a nuestra Casa. Mañana nos estrenamos con D. Carlos
Sastre, que ya les digo que será nuestro embajador en todo lo relacionado con
el deporte que se realice todo el año.
Nuestro
proyecto lúdico-educativo conocido como “Senda botánica” va a estar presente
todo el año. Será visitado no solo por estudiantes de Ávila; este año pegaremos
el salto a la sociedad nacional. En este proyecto lo importante es que por
primera vez personas con capacidades síquicas diferentes enseñan a chicos y
chicas con capacidades normales.
Este
proyecto fue un reto lleno de esperanzas. Nos ayudó la Universidad Católica de
Ávila y lo conseguimos gracias a un decano con corazón que creyó en los
nuestros y ahí continúan impartiendo lecciones sobre árboles y botánica. Allí
donde estés, GRACIAS Pedro Díaz, nosotros seguimos rindiéndote homenaje.
Como
en todas las casas, da igual grandes o pequeñas, celebraremos nuestro
cumpleaños. Pero este año mucho más y muchas veces. Lo haremos en veranos
cuando el tiempo nos permita utilizar nuestros jardines para que tengan cabida
muchas personas, todas las que nos quieran visitar y acompañar. Seremos
anfitriones para todos y estaremos encantados de recibirles.
En fin... esto es lo que hay. Seguiremos
informándoles casi de manera permanente. Gracias por estar aquí, gracias por
permitirme decirles quiénes somos y qué hacemos.
No
piensen que han perdido el tiempo durante estos minutos. Todo lo contrario:
Acaban
de conocer una Casa Grande abulense, donde conviven día a día casi 250 personas
con la única misión de que algunos de ellos vivan la vida en primera persona,
siendo cada vez más yo y menos tu.
Una
Casa Grande donde los profesionales que tratan de conseguir ese reto, cada vez
tienen más sentimiento de pertenencia a una marca que busca, entre otras cosas,
acabar de implantar lo que podríamos llamar “el milagro de los recursos
humanos”: conciliar la vida laboral y familiar, conciliar la Casa Grande con la
propia de cada uno de nosotros. Hay que decir que cada vez lo conseguimos más
veces y de una manera más óptima.
Somos
una gran familia, orgullosos de pertenecer a una marca que está viva y muy
activa. Una marca con alma y mucho corazón. Somos una marca humana y, por eso,
a veces las cosas no han salido bien del todo.