Nunca las fichas de un dominó
tuvieron tanto mensaje, nunca unas fichas de madera estuvieron hechas con tanta
ilusión y nunca, esas mismas fichas, tan pequeñas y planas, encerraron en su
interior tantas sonrisas, tantas lágrimas y, sobre todo, tanta fuerza como es
capaz de transmitir una Casa Grande habitada por personas que quieren que la
sociedad crea en ellas.
A los que han hecho que este
milagro sea posible, GRACIAS, en especial a D. Gonzalo Jiménez, secretario
general de Edades del Hombre, usted nos abrió la primera puerta, una primera
rendija por la que se colaron nuestros sueñós y nuestras expectativas. Confió
en nosotros, no le echó para atrás quienes somos, ni de dónde venimos. Todo lo
contrario, sé que solo pensó hacia donde queremos ir y cómo querermos hacerlo.
Es algo que le honra y le dignifica como ser humano.
Y así atravesamos más espacios
hasta llegar a la última puerta, a esa puerta que si se abría nos permitiría
alcanzar nuestro objetivo, nuestra misión y nuestra ilusión. ¡Y se abrió de par
en par! Se abrió gracias a una persona buena. Se abrió gracias a alguien con
nobleza de alma, que sin conocernos ha querido ayudarnos. Alguien que ha creído
en nosotros, en esta Casa Grande, pero sobre todo, en ellos, en los que resulta
difícil creer.
Gracias D. Juan Dobado Fernández,
comisario de la exposición Edades del Hombre “Teresa de Jesús, maestra de
oración” Quiero que sepa que con su gesto ha conseguido que un grupo de
personas hayan sentido el reconocimiento a un trabajo bien hecho a lo largo de
cincuenta años de historia que en este año 2015 cumple esta Casa Grande de
Martiherrero.
¡Nuestro dominó de Santa Teresa
en el Palacio de la Zarzuela!
Ya no es un sueño, es una realidad. Alguien lo abrirá, lo observará y lo
utilizará . Servirá para jugar y entretener, para sonreir y disfrutar. Imagino
que esa será su finalidad en su nuevo destino.
Lo que nadie sabrá es que en su lugar de origen, se observó como
algo muy delicado, se utilizó como un material precioso, sirvió para jugar a
completar sueños y magias y , sobre todo, entretuvo a un grupo de personas que
mientras realizaron este dominó, dejaron volar su imaginación creyéndose
expertos profesionales capaces de llevar a cabo un proyecto apto para
entretener a una futura reina y a una infanta de España.
Lo más espectacular es que debido
a personas buenas el sueño se cumplió y esperamos que en algún lugar del
Palacio de la Zarzuela
alguien se fije en una Santa Teresa danzando al lado de la silueta de una Casa
Grande que está en un lugar llamado Martiherrero - Ávila. Y como soñar es
gratis…la Casa Grande
de Martiherrero, ¿dígame? Aquí el Palacio de la Zarzuela.
Y…¿Por qué no?