martes, 10 de noviembre de 2015

CLAUSURA DEL CICLO: “Cambia la mirada”

Hace ocho meses que inauguramos estas conferencias llenos de esperanza y de incertidumbre, sólo ha habido que dejar pasar el tiempo para observar que las expectativas eran grandes y que los resultados  son y van a ser espectaculares. Este viernes pasado se llenó el auditorio del Palacio de los Serranos, la convocatoria era, como poco, atractiva por su originalidad, con un título que llamaba la atención, pudiendo despertar interés entre las personas. Además convocaban tres ponentes ya conocidos a lo largo de estos meses por todos nosotros.
Hace un tiempo pensamos que el cierre de este acto lo tenía que hacer alguien con desconocimiento sobre lo que es la Casa Grande, pero con conocimiento de cómo son las personas con capacidades diferentes. Tenía que ser alguien joven, que observe el futuro con otra mirada, con frescura y optimismo. Hace meses la apertura de estas conferencias la realizó nuestra querida María Ángeles Ortega, gran conocedora de la trayectoria de la Casa Grande de Martiherrero y, lo hizo con una mirada serena y desde dentro hacia afuera. El viernes pasado este acto lo clausuró D. Jesús Manuel Sánchez Cabrera, que para nosotros representaba el perfil que teníamos trazado. Y lo hizo desde el compromiso que tiene para con este colectivo como Presidente de la Diputación de Ávila y como representante de una institución que tiene que velar por los habitantes de los pueblos de esta provincia. Habló de las personas con capacidades diferentes, de todas y, de un futuro para todos. Lo hizo con una mirada llena de esperanza y sin connotaciones mediáticas. Desde aquí , gracias por acudir a nuestra llamada aún sin conocernos, gracias por su actitud cercana y por su compromiso hacia la plena inclusión.
Gracias también a D. José Luis del Nogal, alcalde del Ayuntamiento de Martiherrero, nuestro alcalde y que siempre está a nuestro lado. Gracias a  Dña  Patricia Rodríguez, teniente alcalde de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Ávila, por querer estar con nosotros en este acto. Gracias a D. Ángel Muñoz, Gerente Territorial de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León, por querer participar en esta jornada y por sus palabras siempre positivas y afectuosas para con esta Casa. Gracias a D. Luis Sánchez, vicepresidente de la Fundación Caja de Ávila por acompañarnos como ha hecho en otras muchas ocasiones importantes para esta institución. Y, sobre todo, nuestro más profundo agradecimiento a la Fundación Caja de Ávila, a  Bankia  y a la UNED, porque sin ellos estas maravillosas jornadas nunca habría sido posible realizarlas.
Después de las presentaciones y de las palabras dedicadas a esta jornada, comenzaron las ponencias y volvimos a escuchar reflexiones sobre la asertividad y la autoestima, de estrategias y habilidades desde un punto de vista positivo. También se habló de la normalidad de la vida y de cómo hay que  afrontarla cuando el guion ya no está escrito y lo tenemos que escribir nosotros mismos. En definitiva, de cuando en lugar de viajar a Holanda, como la inmensa mayoría, nuestro destino cambia y viajamos a Italia y, además sin saberlo y de forma imprevista. Finalizó la primera parte hablando de Psicología positiva  junto con los objetivos que persigue esta materia: ser mejor persona, ayudar a que otros sonrían y también a estar en paz con el pasado para no tener miedo al futuro. A continuación comenzó la segunda parte de esta jornada con un tema totalmente innovador y que crea expectativas muy novedosas: coaching social, que no deja de ser un tipo de intervención orientada al desarrollo de la autonomía, la conciencia y la responsabilidad de las personas en el proceso de  construcción de una vida vivida con bienestar y positividad. Se trata de extraer lo mejor de uno mismo, aumentar la autoestima y saber utilizar las fortalezas que tenemos en la búsqueda de objetivos.
El desarrollo de esta técnica resultó muy positivo, se vivieron situaciones cuanto menos novedosas y, sobre todo, se demostró que el camino iniciado por la Casa Grande de Martiherrero va por la línea correcta. El cambio empezó hace mucho tiempo, las ideas están muy claras y ahora se están consolidando. Hace tiempo que la Casa Grande comenzó haciendo lo necesario, después a través de las herramientas y de sus fortalezas, continuó haciendo lo que era posible y casi sin darnos cuenta, nos encontramos haciendo lo imposible: cambiar la mirada hacia una nueva forma de ver a las personas con capacidades diferentes, que en definitiva, no deja de ser lo mismo que la búsqueda de la plena inclusión para individuos capaces de escribir su propia historia  en primera persona.