Desde hace varios años La Casa Grande de
Martiherrero apostó por el senderismo para sus chicos. Comenzaron a caminar y
caminar consiguiendo hacer grandes marcas en sus marchas. Llevaron a cabo
varias veces el Camino de Santiago y la Ruta Teresiana, entre otros. Es cierto
que en muchas ocasiones nos hemos quedado con las ganas de llevar a más chicos
a estas marchas, pero dada su falta de movilidad no ha podido ser. Hemos
tratado de buscar soluciones y siempre nos encontrábamos con la cruda realidad
de los costes económicos a los que no podíamos hacer frente. Sabíamos que
existía una silla adaptada, Joëlette, para llevar a cabo senderismo inclusivo,
pero no estaba a nuestro alcance. ¡Hay sueños tan inalcanzables! Son sueños que
siempre acaban pasando y cayendo en el olvido, como yo digo siempre: son sueños
que se rompen en el camino como consecuencia de soñarlos mucho, quedándose como
sueños rotos para siempre!!
Pero, ¡aleluya! Esta vez no ha ocurrido así porque a
veces se cruzan personas buenas en el camino y empresas extraordinarias donde
la labor social que llevan a cabo es un pilar fundamental dentro de su propia
organización. Es una organización que en su sello de identidad tiene el
compromiso con el bienestar de las personas, buscar y dar calidad de vida y
tener muy presente el progreso social.
Hace algo más de un año se cruzó en nuestro camino
una mujer que, aunque de apariencia frágil, internamente es como una roca de
granito por la fuerza que emana de entre sus poros. Ahora bien, es una roca con
alma y corazón. Así es como yo defino a Rocío del Monte, trabajadora de
Cesvimap Ávila e interlocutora de voluntariado de la fundación MAPFRE Ávila. De
esta forma, y solo a través de ella, es como hemos entrado en contacto con la
Fundación. Rocío siente a esta casa como algo muy suyo y ha establecido muchos
lazos de unión entre ambas instituciones. En el momento en que se enteró de
cuál era la necesidad que teníamos ideó su plan y comenzó a gestionarlo junto
con nuestra Sonia Abad, una de las jefas de residencia y persona muy entregada
y volcada con el senderismo, entre otras muchas cosas de ocio y deporte. Es
cierto que entre las dos forman un buen tándem a la hora de organizar y
gestionar eventos. Lo que empezó siendo un acto reducido, lo fueron cambiando
hasta convertirse en un evento de grandes dimensiones.
Sé que todo lo que propuso Rocío a la dirección de
Fundación MAPFRE, no solo lo han apoyado sino que también lo han magnificado. A
Sonia Abad le ocurre lo mismo con la dirección de La Casa Grande. Así es como
se fraguó este grandioso y maravilloso evento. Es cierto que hemos pedido ayuda
tanto de infraestructuras como de recursos humanos y esta vez debo decir que
las manos tendidas se han multiplicado hasta el infinito.
El Exmo. Ayuntamiento de Ávila nos cedió el
Polideportivo de San Antonio para llevar a cabo nuestra jornada. Gracias a
Pablo Luis Gómez, concejal de deportes, por su ayuda y gracias a Patricia
Rodríguez, teniente alcalde del Ayuntamiento, por su cercanía con esta casa.
Debo decir que cuanta más ayuda se nos ofrecía, más
voluminosidad iba cobrando nuestro Carnaval Solidario. Ha habido nervios:
¿saldrá bien esto?, ¿alcanzaremos nuestra silla?, ¿llegará nuestro sueño hasta
el final sin hacerse añicos? Cuántos interrogantes y también cuánto trabajo
para organizarlo y para hacer las cosas bien. ¡Como a nosotros nos gusta!
Este es el momento en el que como representante de
La Casa Grande de Martiherrero quiero dar las gracias, pero gracias multiplicada
por miles y miles, a todos aquellos que han hecho posible llegar a un final
lleno de éxito:
Gracias a Cesvimap por poner a nuestro alcance la
imprenta, logística y material.
Gracias a Copy Center por donarnos parte del
material para la realización de talleres.
Gracias al Club Deportivo Colegios Diocesanos por
los goles solidarios.
Gracias a Frutos Secos Luis por el material
globoflexia.
Gracias a Saraos Wedding Atrezzo por vestirnos para
nuestro photocall.
Gracias a Ramiro García por su donación de
utilización de maquinitas.
Gracias a Protección Civil por pasar allí todo el día velando por nuestra seguridad.
Gracias a Albie SA, en especial a Bene del Pozo y a
Rafa López, por la elaboración de sus patatas revolconas. Sé y me consta que
Bene del Pozo hace tiempo que descubrió a estos chicos y le cautivaron poniendo
a nuestro servicio todo aquello que beneficie y redunde sobre estas personas.
Gracias a Eventos Domínguez por habernos donado
parte del importe de su paella.
Por último mi agradecimiento a Cocacola y Zarza
Calvo por sus refrescos.
¡Para que luego digan que no hay generosidad en las
personas! Yo no puedo decir eso, ni ahora ni antes.
Todo lo referido a intendencia estaba solucionado,
por lo que respecta a los recursos humanos no hubo ni que buscarlos. Se nos
ofrecieron ellos solos. En el Polideportivo San Antonio actuaron grupos con el
único fin de amenizar la jornada y hacer de ese día un auténtico divertimento.
Gracias a la Asociación de Ilusionistas de Ávila, en especial a Nano. También
todo nuestro cariño para el cantajuego llevado a cabo por el grupo Diverkaras de
nuestra queridísima Eva Maturana, la que siempre estuvo desde hace muchos años
y la que sigue estando siempre que la necesito, aunque ahora todo sea más
complicado para ella. Han pasado 17 años y su compromiso y fidelidad no cambia.
Gracias también a Esther Casillas, alguien que aunque ya no está..., estuvo
mucho, y sé que guarda buenos recuerdos de esta Casa.
Con todos estos contactos el Carnaval Solidario tomó
totalmente forma y contenido, todo ello bajo la atenta mirada y supervisión de
Rocío y Sonia, pero trabajando desde la sombra como siempre lo hace y además
con una exquisitez absoluta de Sergio del Pozo, nuestro Sergio, mi querido
Sergio, el que siempre hace muchísimo pero en silencio, el que hace las cosas
por convencimiento y con una extremada rigurosidad, el que está en todos los
sitios que toca, el que nunca falla y además sabe querer sin decirlo ni
siquiera bajito, en definitiva un gran profesional y muy buena gente. ¡Gracias
Sergio!
En penúltimo lugar mi agradecimiento más sincero a
todas las personas que pasaron el día con nosotros. Gracias a los abulenses por
ayudarnos a seguir caminando en busca de nuestros sueños, gracias por creer en
nuestra Casa y en nuestra causa, gracias a personas de pueblos de Ávila que
decidieron venir a conocernos y a aportar su granito de arena. Sin todas estas
personas nada, absolutamente nada, se habría conseguido. A esta actitud yo lo
llamo solidaridad y es cierto que La Casa Grande está rodeada de muchas
personas solidarias.
Por último, permítanme que hable de una marca, una
empresa, un grupo de personas que la forman: FUNDACIÓN MAPFRE. Me consta que se
han movilizado a nivel nacional para ayudarnos. Ha puesto a nuestro servicio
todos los recursos humanos que hemos necesitado. ¡Qué puedo decir del grupo de voluntarios
de MAPFRE! No tengo palabras para agradecer todo lo que vimos que hicieron el
domingo pasado en este Carnaval Solidario ni en los días anteriores a este
evento. Son capaces de remover el cielo y la tierra para conseguir lo que se
proponen. Ponen tanta fuerza y ritmo como lo demostraron nuestra queridísima
Isabel y Noelia, profesoras de Zumba Fitness, en el gran espectáculo que nos
ofrecieron. Era maravilloso ver desde arriba del pabellón toda la pista llena
de gente bailando. Pero lo que de verdad es emocionante es observar cómo todos
estos voluntarios de MAPFRE dedicaron todo un día de su vida, muchas horas
quitadas a sus familias, para ayudar a personas que no lo tienen tan fácil como
ellas. Cantaron, bailaron, ayudaron, dieron abrazos, repartieron comida,
ordenaron cosas, entregaron premios y emocionaron. La marca MAPFRE espero y
deseo que sepa valorar el valor añadido que le dan estas personas de Ávila. No
es habitual que una empresa tenga tanta humanidad ni tanto sentimiento de
pertenencia a una marca. Ahora bien, aunque no sea lo normal..., a veces ocurre
y aquí sí ha sucedido y por eso ¡Felicidades Fundación MAPFRE! No me extraña
que estéis orgullosos de vuestros trabajadores. Bien es cierto que cuando por
la mañana me presentaron a D. Julio Domingo Souto, director general de
Fundación MAPFRE, y a D. Daniel Restrepo Manrique, director del área de acción
social de Fundación MAPFRE, entendí la trascendencia de lo que estábamos
haciendo dentro de esta organización. También quiero agradecer a Dña. Alicia Ruiz Yebra, responsable del voluntariado, que no solo vino a vivir este Carnaval Solidario, sino que también ha sido uno de los apoyos fundamentales de Rocío del Monte para llevar a cabo este magnífico evento.
Lo cierto es que dice mucho de estas dos personas
que un domingo, día de descanso, sean capaces de venir a Ávila, junto con sus
familias, a compartir, ayudar y acompañar no solo a su gente (que ya es todo un
detalle) sino también a conocer a una entidad local y de la que poco saben. Gracias
a los dos por este gesto que les hace grandes y les da muy buena reputación.
Nosotros solo podemos enseñar lo que somos, dónde estamos, a qué nos dedicamos
y todo ello para beneficiar y dar calidad de vida a 130 personas que buscan
tener visibilidad en esta sociedad que pocas veces les entiende y casi ninguna
les comprende. Espero poderles devolver en algún momento la mitad de la mitad
de todo lo que Vds nos han dado, ¡Ojalá podamos volvernos a ver en nuestra Casa
Grande. Conocerán a unas personas maravillosas, llenas de humanidad y ternura,
agradecidos como nadie y con ganas de vivir la vida, aunque sea lo que les han
marcado otros.
Gracias de corazón a Ana y Chema, pareja extraordinaria, que en un día muy señalado para ellos decidieron pasarlo entregados a una causa solidaria y lo hicieron con tanta generosidad y naturalidad que era cómo si nos conociéramos de siempre, aunque bien es verdad que son abulenses aunque no estén aquí. Gracias Ana por soplar tus velas con tu familia de MAPFRE y por traernos a Chema como fotógrafo muy profesional. Fue un placer pasar el día con vosotros.
Julio, Daniel..., con su acción solidaria han
conseguido que no se rompa nuestro sueño y, como no está roto..., pues la silla
para nuestro senderismo inclusivo pronto será nuestra y todo gracias a
Fundación MAPFRE. Conocer a toda la familia de esta fundación ha sido un lujo y
tenerles como amigos de La Casa Grande de Martiherrero es un honor y un
privilegio.
En nombre de Javi, Antonio, Luisa, Verónica, Carlos,
Alejandro, Isabel......., gracias por hacerles la vida más fácil.